ANACRONISMOS o "El remordimiento de
Zeus" para flauta travesera
barroca y sonidos
electroacústicos Sonidos electrónicos: LIPM, Buenos Aires, Argentina IIME, Bourges, Francia Flauta travesera: copia sobre G.A. Rottenburgh (la=415) por Claire Soubeyran (París, 1989) Grabación: Estudio Cosentino, Buenos Aires Ingeniero de sonido: Javier Cosentino Mezcla final: LIPM, Buenos Aires, por C. Cerana y G. Pérsico junio / julio de 1999 Estreno mundial en la XVa Reunión Nacional de los Medios y la
Música Electroacústica '99 Semana de los Medios y la Música
Electroacústica en Recoleta Auditorio "El Aleph" Centro Cultural Recoleta Buenos Aires, Argentina 26 de octubre de 1999 |
ANACRHONISMS or "The remorse of
Zeus" for baroque traverse flute and electronic sounds Electronic sounds: LIPM, Buenos Aires, Argentina IIME, Bourges, Francia Baroque flute: G.A. Rottenburgh (a=415), ebony by Claire Soubeyran (París, 1989) Recorded in: Estudio Cosentino, Buenos Aires Recording engeneer: Javier Cosentino Final mastering: LIPM, Buenos Aires, by C.
Cerana y G. Pérsico June and Juliy, 1999 Premiered at XVa Reunión Nacional de los Medios y la
Música Electroacústica '99 Semana de los Medios y la Música
Electroacústica en Recoleta Auditorio "El Aleph" Centro Cultural Recoleta Buenos Aires, Argentina october the 26th, 1999 |
Para reinar en
el Olimpo, Zeus debió destronar a Cronos, su propio padre. Para ser
dios, para ser inmortal, tuvo que derrotar al más sangriento de los tiranos:
el Tiempo. ¿Cómo
sería ese mundo sin Cronos? Sin cronómetros ni cronogramas,
sin cronologías ni
crónicas... Nosotros, simples mortales, podemos apenas imaginarlo: un
mundo sin relojes, donde todo podría suceder a la vez. Donde se
mezclaran los soplos dionisíacos de una flauta, con las resonancias
apolíneas del sonido electrónico. Un mundo donde los plaintes y
allemandes del barroco tuvieran como bajo continuo a los automóviles,
trenes y subterráneos de las ciudades modernas. Un mundo en que animales
de las pampas sudamericanas imitaran un instrumento de dieciochescos salones
europeos... ¿Qué
habrá sentido Zeus al ver ese mundo confuso, apto para
inmortales pero no para humanos?
Nada nos impide pensar que, alguna vez, hasta el mismo Señor de
los dioses habrá suspirado por un universo menos
simultáneo. Que, en alguna ocasión, habrá lamentado su
audacia, añorando el reinado de Cronos. Quizá no sea del todo ilícito imaginar al
poderoso Zeus, en un momento de melancolía, admitiendo que
preferiría aún tener un pasado, y poder esperar un futuro... Carlos Cerana |
To rule Olympus,
Zeus had to dethrone Chronos, his own father.
To be a god, to be an immortal, he had to defeat the most cruel of tyrans:
Time. A world without
Chronos... How could it be? Without
chronometers or chronograms, with no cronologies or
chronicles. We, simple mortals, can barely imagine it: a world without
clocks,where everything could happen at once.Where the dionysiac blows of a
flute blend with the apolinean resonances of electronic sound. A world where
the baroque plaintes and allemandes have a basso continuo made of cars,
trains and undergrounds of modern cities. A world where animals of the South
American pampas imitate an instrument played at the eighteenth century
European salons. What would Zeus
feel, facing such a confuse world, proper to
immortals but not to humans? Nothing prevents us to think that, sometimes,
the Lord of Gods himself could long for a less simultaneous universe. That
occasionally, yearning for the reign of Chronos, he could regret his own
audacity. Perhaps it is not completely illegitimate to imagine Mighty Zeus at
melancholy: admitting that he would prefer to still have a past, and to wait
for a future. Carlos Cerana |