El 24 de Agosto de 1899 nació, en lo que hoy es el microcentro de la ciudad de Buenos Aires, en la esquina de Tucumán y Suipacha, Jorge Luis Borges, en una típica casa de la época con patio y aljibe, dos elementos que se repetirán como un eco en sus poesías.

"...ya tengo tus esrellas...vienen del patio donde el aljibe es una torre inversa entre dos cielos..."(Promisión en Alta Mar, Luna de Enfrente).

"Con la tarde se cansaron los dos o tres colores del patio... Grato es vivir en la amistad oscura de un zaguán, de una parra y de un aljibe..."(Un Patio, Fervor de Buenos Aires)

"Recordar... la parra, el zaguán y el aljibe. Haber heredado el inglés..(La Fama, La Cifra)

Tuvo antepasados ilustres, su abuelo paterno, Coronel Francisco Borges, su bisabuelo materno Coronel Isidoro Suarez, su abuelo materno don Isidoro Acevedo tambien militar, y una abuela inglesa de la que "heredó el inglés", que despertaron en él sentimientos de admiración tan profundos que los vuelca en su obra.

"mi primer apellido viene de burgués, de Burgos. Mi otro apellido es judío, judío-portugués, Azevedo. Judio como Spinoza y otros.

"Tristemente Francisco Borges va por la llanura. Esto que lo cercaba, la metralla...está en lo cotidiano, en la batalla...Alto lo dejo en su épico universo, y casi no tocado por el verso" (El Hacedor)

Al cumplir los dos años, sus padres Jorge Guillermo Borges, abogado y profesor, y Leonor Acevedo Haedo, se mudaron al barrio de Palermo, el futuro contacto con sus calles y la cercanía de los arrabales, con su personaje típico el compadrito y el bailarin de tango, tambien dejaron su huella visible en sus versos.

"Atildado en el vestir, medio mandón en el trato;

negro el chambergo y la ropa, negro el charol del zapato.

Bailarín y jugador, no sé si chino o mulato,

lo mimaba el conventillo, que hoy se llama inquilinato.

El hombre, según se sabe, tiene firmado un contrato...

En cada esquina lo anda acechando el mal rato.

Un balazo lo tumbó, en Thames y Triunvirato; se mudó a un barrio vecino, el de la Quinta del Ñato."

(El Títere, Para las Seis Cuerdas)

Aunque recién asistió a la escuela a los 9 años, recibió educación en su casa, donde su padre fomentó su vocación literaria, que se va nutriendo en una biblioteca de ilimitados libros en inglés, así entre sus primeras lecturas estan La Isla del Tesoro de Stevenson, Las Aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain y en castellano El Quijote, es tal su afición a la lectura que siempre se consideró un lector antes que escritor o poeta.

"es trivial y fortuita la circunstancia de que seas tú el lector de estos ejercicios, y yo su redactor"J.LB.

"He tenido una misteriosa suerte... una serie de borradores que han llamado Obras Completas..."

Vemos que esta modestia de Borges se contrapone en cierta medida con la ostentación que hace de un linaje que lo vuelve heredero de próceres y estancieros, aunque lo que parece ostentación puede verse tambien como admiración a la valentía, no sólo la de sus ancestros, sino también la de los pendencieros, guapos y compadritos. Esto si bien no concuerda con quien naciera en un hogar burgués y especialmente culto, explica su admiración por Evaristo Carriego (1883-1912), fundador de la poesía del suburbio arrabalero.

No haber caído como otros de mi sangre, en la batalla. Ser en la vana noche el que cuenta las sílabas. (Tankas, El oro de los tigres).

En los tiempos de su niñez, compartida con su hermana Norah, en que ambos creaban juegos con personajes imaginarios o representaban escenas de Las Mil y una noches, Borges quedó fascinado con un grabado del Laberinto de Creta (una de las siete maravillas del mundo) al tiempo que, por el contrario, los espejos fueron creando una obsesión y un rechazo por un temor infantil a verse reflejado con distintas caras, idea que surgió de la combinación de tener en su casa un gran ropero de caoba con tres espejos y la temprana lectura del Hombre de la Máscara de Hierro de Alejandro Dumas.

Laberintos y espejos serían obsesiones que enriquecerían luego su literatura.

"Yo, de niño, temía que el espejo me mostrara otra cara...Yo temo ahora que el espejo encierre el verdadero rostro de mi alma..."(EL espejo, Historia de la Noche).

"La vida del hombre es un laberinto en todas las épocas, ya que no sabemos lo que somos, quienes somos, ni que es el universo. En fin, sabemos que la vida es un enigma...y el mejor símbolo es el laberinto...para mí que no se bien quién soy, ni qué cosa es el mundo, me veo como un laberinto." J.L.B.

Otros motivos que en su niñez y temprana adolescencia dejaron recuerdos que luego se reflejaron en su obra, fueron los tigres y las vacaciones en Adrogué (Las Delicias), en la provincia de Buenos Aires.

"... vivíamos cerca del Jardín Zoológico, el animal que más me impresionaba era el gran tigre real de Bengala, su pelaje de oro... las rayas" ...el tigre vocativo de mis versos es un tigre de símbolos y sombras...no el tigre fatal...el verdadero, el de caliente sangre..que va cumpliendo su rutina de amor, ocio y muerte...pero algo me impone...buscar...el otro tigre, el que no está en el verso.(El otro tigre, El Hacedor)

...el antiguo estupor de la elegía me abruma cuando pienso en esa casa y no comprendo cómo el tiempo pasa, yo que soy tiempo, sangre y agonía. (Adrogué, El Hacedor).

1914, 1ª guera mundial, la familia viaja a Europa y se establece en Ginebra por cuatro años, Borges aprende francés, alemán y latín y recibe la influencia de escritores que lo acompañarán toda la vida como: Whalt Whitman, Carlyle, Chesterton, Schopenhauer, de donde podríamos intuir la identificación de Borges con la poesía del primero, los héroes del segundo, el sentido del humor del tercero y el pesimismo realista del último. (1)

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